miércoles, 4 de enero de 2012

Soberbia

Discutían entre sí un abeto y un espino.
El abeto se jactaba diciendo :
- Soy hermoso, esbelto y alto, y sirvo para construir las naves y los techos de los edificios. ¿Cómo tienes la osadía de compararte conmigo?
- Si te acordases -contestó el espino- de las hachas y de las sierras que te cortan, estoy convencido que preferirías mi suerte.

La discreción y la prudencia son mucho más convenientes que la altanería y la fama.