viernes, 30 de marzo de 2012

Decisiones

Un padre tenía dos hijas; una se casó con un hombre de campo; otra, con un fabricante de ladrillos.
Después de un tiempo, fue a visitar a la casada con el hortelano y le preguntó sobre su situación. Ella dijo:
-Yo estoy muy bien, pero tengo un deseo especial: que llueva todos los días, para que las plantas tengan suficiente agua.
Pocos días después, se acercó a ver a su otra hija,y preguntándole cómo estaba, ella le dijo:
- No me puedo quejar...pero sí tengo un deseo especial: que los días se mantengan secos, sin lluvia, con un sol radiante, para que los ladrilllos sequen y endurezcan bien.
El padre meditó:
- Si una me pide lluvia, y otra tiempo seco...¿a cuál de las dos adjunto mis deseos?

No se puede intentar complacer y quedar bien con todo el mundo...es imposible.