Rosalía de Castro
(1837-1885), referente universal de las letras gallegas, ha imprimido toda su
obra con la esencia romántica y tenebrista propia de aquellas tierras; un
sentimiento de profunda nostalgia denominado saudade, identificado con la melancolía por encontrarse lejos de lo
amado y saber que esa distancia se vuelve infinita, dando lugar a una
separación irrevocable, que comienza por el hogar y se extiende a todos los
ámbitos del sentir.
Esta sensibilidad tan
propia del romanticismo gallego se deja entrever en un poema de la autora en el
que se ofrece una visión del Derecho acorde con la personalidad y estilo que
han definido su obra, titulado en gallego A
xustiza pola man, cuya traducción es “La
Justicia por la mano”:
Aquellos que de honrados tienen fama en la villa,
ladrones me robaron, las blancas ropas mías,
arrojáronme lodo sobre mis joyas ricas,
y de mis otras galas fueron haciendo trizas.
Ni una piedra dejaron donde vivido había;
sin hogar, sin abrigo, erré por la campiña,
al raso con las liebres dormí sobre las briznas
y mis hijos, ¡mis ángeles!, que tanto yo quería,
¡murieron porque el hambre les arrancó la vida!
Y quedé deshonrada, marchitaron mis días
diéronme triste lecho de abrojos y de espinas…
y los zorros en tanto, los de sangre maldita,
en su cama de rosas, descansados dormían.
-Jueces -grité-, ¡salvadme!, pero vana porfía
de mi ruego mofáronse, vendióme la justicia.
-¡Ayudadme, Dios mío!-grité, desvanecida.
Mas Dios tan alto estaba que oírme no podía.
Entonces como loba rabiosa, o mal herida,
cogí la hoz acerada, de hoja cortante y fina,
rondé en torno despacio… ¡ni las hierbas sentían!
Y la luna ocultábase, y la fiera dormía
al lado de los suyos, en su cama mullida.
Contempléles con calma, y la mano extendida,
de un golpe… ¡de uno solo! les arranqué la vida.
Y allí al lado, contenta, sentéme de las víctimas
esperando serena que amaneciese el día.
Y entonces… sólo entonces se cumplió la justicia…
Yo, en ellos, y las leyes en mi mano homicida.
Dos son las cuestiones de
mayor relevancia que se pueden extraer de la lectura de este poema: en primer
lugar, la plasmación de la reivindicación de los derechos de la mujer. El
momento vital de Rosalía de Castro se caracterizó por la desigualdad radical de
las mujeres, en cuanto a derechos y libertades, y el feminismo fue uno de los
emblemas de la obra de Rosalía de Castro, convertida en un canto a la lucha por
la independencia y la puesta en valor de las mujeres. Este poema, en efecto,
tiene una protagonista femenina, que se presenta en un acto supremo de
rebeldía. La víctima no es tal, aunque a priori así se presente.
Y en segundo lugar, Rosalía
de Castro presenta una imagen muy desvirtuada de lo jurídico, a través de una
materialización del Derecho, una aplicación práctica de la norma, que no se
correlaciona con la Justicia. El Derecho Positivo es empleado como un instrumento
de impunidad, protector en verdad de quienes han causado un mal, viéndose
ratificado por una plasmación procesal que genera una gran injusticia. Ello
conlleva a la venganza privada, toda vez que la Justicia material no ha podido
alcanzarse a través de los instrumentos teóricamente dispuestos para tal fin.
De nuevo, la idea que resplandece en el concepto del Derecho para Rosalía de
Castro es que, sin un armazón o fundamento en ciertos valores y principios
superiores a la norma positiva, sobre los que ésta se sustente, su aplicación
se transforma en una mera entelequia de la acción de la Justicia, y la
desconexión entre el Derecho Positivo y el denominado Derecho Natural no sólo
conlleva a un resultado injusto e ilegítimo que opere en el ámbito teórico, sin
mayor repercusión: implica, desgraciadamente, la vuelta a la autotutela, a la
venganza de propia mano.
“Yo soy
libre. Nada puede proteger la marcha de mis pensamientos, y ellos son la ley
que rige mi destino”.
Diego García Paz es Letrado Jefe de Civil y Penal de la Comunidad de Madrid y
Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
Muy interesante artículo que nos eleva lo poético a lo jurídico. Rosalía fue una adelantada a su época y ese poema, en concreto, es desgarrador. Como es lógico dentro de una ambientación, una ideología y una pasión típicamente románticas. Gracias por estas reflexiones. Saludos.
ResponderEliminarMujer singular, luchadora en su tiempo.Gracias por traerlo a la actualidad en estas fechas y con esta visión .
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